Jerez mantiene el sabor de siglos atrás y cuida con esmero el peso de su historia como bien puede comprobarse con sus vinos y sus cantes. Fruto de esa tierra ALBARIZA, cuya riqueza en materia orgánica supera con creces a la mayoría de suelos agrícolas, nacen los valorados vinos del Marco de Jerez impregnando al nativo del carácter propio de estos caldos: personalidad abierta y de sensibilidad especial. Es por ello que estas raíces de orígenes milenarios bien afecta al aspecto romántico del cante flamenco al ahondar en la búsqueda de la esencia y el respeto a la tradición. José Carpio Fernández (Jerez, 1982) recurre a la verdad incorrupta del directo en la expresión desnuda de su voz gitana. Desde el tabanco de la mítica Viña El Majuelo, de la Bodega Fundador, el cantaor se deja llevar por el ambiente cordial y distendido creado por la generosidad de una treintena de amigos, familiares, compañeros y buenos aficionados que se citan para escucharlo. Este es su hábitat por excelencia, la reunión, el cuarto de cabales en el que fluyen sensaciones propias de las grandes tardes, noches y madrugadas flamencas. Su cante, bañado por la frescura de las aguas que un día rodearon el barrio de San Miguel, y perfumado por la fragancia de los campos que asomaban por Santiago, es el resultado de la naturaleza -no sin evolución- de lo jondo desembocando en esa ALBARIZA que guarda toda las propiedades del misterio.

01. Me llaman el Mijita (Martinetes)
02. A quien quiero yo (Bulerías por soleá)
03. Lo lejos que estoy de ti (Malagueñas) A Diego Rubichi
04. De la parra sale el vino (Bulerías)
05. Viejas playas de San Telmo (Tientos-tangos)
06. No me llores más (Seguiriya)
07. Limosnita por las calles (Fandangos)
08. Al compás de mi gente (Bulerias) A Juanillorro